Transformers

Dirección: Michael Bay
Género: Acción.
Reparto: Shia LaBeouf, Megan Fox, Josh Duhamel, Tyrese Gibson, Rachael Taylor, Anthony Anderson, Jon Voight, John Turturro, Michael O'Neill, Kevin Dunn

Nos tiene acostumbrados Michael Bay a películas de acción trepidante, de explosiones, colisiones de coches y adrenalina por un tubo. Sin embargo, sus películas son de las pocas de este género que tienen argumento firme, guión sólido, mensaje de fondo y crítica a la sociedad (bastase para ver La Isla). Pero sin duda sus películas resultan más brillantes aún si a esto se le añade el cerebro de Spielberg de fondo, que se nota en muchas escenas aunque no se vea a simple vista. Dicho punto de vista e ingenio al que nos tiene acostumbrado el célebre director de E.T, el Extraterrestre logra imponerse a lo que a simple vista parece ser una película llena de acción por un tubo, con robots gigantes que lo único que saben hacer es transformarse (sabrán, de ahí el título) y pelearse, gracias a los increíbles efectos especiales y escenas de acción que vaticinan una de las muchas películas de este género, con muchos tiros y poco ingenio. Y vaya si logra imponerse. Muchas personas habrán salido no diciendo que es una obra maestra, pero sí que merece la pena; no defrauda a los fieles de este género, ni tampoco a los fans de los muñecos de Hasbro, pero tampoco al buen cine. Tal vez uno entre a ver esta película sabiéndose que se va a encontrar con una sucesión de escenas de acción; no sale defraudado, pero tampoco el que esperaba encontrar algo de ingenio en ella. Cómo se nota la presencia de Spielberg…

Ahora resulta que, desde hace mucho tiempo, el universo ha estado habitado por extraterrestres, robots gigantes que pueden transformase en simples aparatos. Y cómo no, han aterrizado en nuestro planeta. Y cómo no, es en EE.UU. (qué casualidad) donde se desenvuelve la acción. Sam, un joven estudiante con aspiraciones a tener un coche y novia, se ve en el papelón de ayudar a estos seres en su búsqueda de la Chispa Vital, un cubo de tiene la capacidad de dar vida a un planeta, y que los malos de turno tratan de encontrar.

Hablando de manera técnica, las muchas historias relacionadas entre sí están muy bien estructuradas y con equitativo desarrollo a lo largo del guión, si bien se puede criticar que muchas de ellas son cortas y pasan de manera rápida de unas a otras, hasta el punto de que pueden llegar a perder algo al espectador. Es en este apartado donde entra Spielberg. Muchas escenas de la película demuestran su presencia y añaden inteligencia y humor al fin (como la escena en la que Sam va a comprar un coche, o cuando los robots juegan al escondite en el jardín para no ser descubiertos por los padres de Sam), lo que lo hace mucho más valorable.

Sólo queda decir las delicias que harán los amantes de la acción y bombas trepidantes e incesantes con esta película. Apenas hay suspiro, la acción está presente en casi todas las escenas, como los disparos y las carreras, aunque también hay sitio para el aspecto más humano, cómico e inteligente que tal vez uno no espera en esta película.

Puntuación: 8/10

El diario de Noa

Director: Nick Cassavetes
Género: Drama romántico
Reparto: Ryan Gosling, Rachel McAdams, James Garner, Gena Rowlands, James Marsden, Kevin Connolly.

Con esta apasionante historia, nos remontamos al verano de los años cuarenta, donde en Seabrook (pequeña ciudad costera de Carolina del Norte) dos adolescentes se conocen y enamoran locamente: Noah Calhoun y Allie Hamilton. A pesar de tener vidas totalmente distintas (ella es de clase acomodada y él de familia pobre, lo cual no es visto con buenos ojos en la familia Hamilton) esto no será ningún impedimento para que, lo que en un principio parece ser un fugaz amor de verano, se convierta en uno para toda la vida. Aun así, por una serie de circunstancias, Noah y Allie rompen, aunque la marca de aquel primer amor siempre estará presente en sus vidas.
Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, los protagonistas intentarán rehacer sus vidas por separado, pero saben que les será imposible. Por ello, Allie va en busca de una segunda oportunidad junto a Noah.

Entre escena y escena se nos cuela otra gran historia: la de Duke y la Sra. Hamilton, una pareja de ancianos que viven en una residencia para la tercera edad. Duke tiene en sus manos una libreta escrita a mano donde le va relatando a la Sra. Hamilton, la cual tiene Alzheimer, el romance de Allie y Noah.

“El diario de Noah” hace un fiel retrato de lo que realmente es el amor. Esas típicas escenas pastelosas de atardeceres que no acaban nunca, frente a un lago y citando frases románticas que con sólo escucharlas te sube el azúcar, no reflejan todas las caras que tiene. Ésta es una historia de a pie donde, por muy cuento de hadas que sea, todo puede tener un fin… aunque en este caso, sea temporal. Quizá sea por esto que el espectador queda embelesado desde el minuto uno, sin que falte una pequeña sonrisa en la cara imaginando el día en que te pasará algo parecido, siempre acompañada por la banda sonora creada por el compositor Aaron Zigman (La proposición, La cruda realidad). Película a ratos melosa, pero como todas las de amor, ¿no? Aun así, es de agradecer las dosis bastante medidas de amor dulzón y tristeza amarga.

El argumento de esta película, a grandes rasgos, es muy sencillo (quizá demasiado explotado en la industria cinematográfica): chico pobre conoce a chica de clase acomodada y ambos se enamoran perdidamente. Lo que hace magnífica y distinta a esta película son las interpretaciones sublimes realizadas por los protagonistas: Ryan Gosling y Rachel McAdams, capaces de conmover, de forma natural y espontánea, hasta a los espectadores más fríos, llegando incluso a hacer que durante el tiempo que dura la película seamos nosotros los protagonistas de esta maravillosa historia.

El ambiente creado por Nick Cassavetes (Alpha Dog, She’s so lovely) nos traslada directamente a los años cuarenta, un gran acierto para que esta historia sea más creíble, puesto que la dulzura e inocencia que nos transmiten en cada escena sería mucho más complicada de creer en nuestros días.

Sin duda, una de las películas que no deben perderse aquellos que sigan creyendo que el amor está por encima de cualquier obstáculo.

Eulalia Parejo Barril

Thor

Dirección: Kenneth Branagh.
Género: Acción.
Reparto: Natalie Portman, Chris Hemsworth, Kat Dennings, Idris Elba, Anthony Hopkins, Ray Stevenson, Stellan Skarsgård, Tom Hiddleston, Clark Gregg, Jaimie Alexander.


Cada vez está más de moda realizar adaptaciones de los cómics de la fábrica Marvel a la gran pantalla. Es tan grande la variedad de historias y personajes que salen de las páginas de los libros de Stan Lee, que pocos quedan ya por narrar. Spider-man, Daredevil, Hulk… La chaqueta del genial creador parece no tener fin (que por cierto, lo que tampoco parece tener fin son los cameos que el propio Lee realiza en las películas, como ocurrió en Spider-man o ahora, en Thor).

Centrados en el argumento del film, nos encontramos con una mezcla de distintos mundos y universos, uno de ellos es el del rey Odin (interpretado a la perfección por el inagotable y fantástico Antonhy Hopkins), quien está a punto de dejar todo el reino en manos de su hijo Thor. Sin embargo, los actos precipitados e inconscientes del joven guerrero provocan su destierro a otro mundo, uno con mucho azul y que nosotros habitamos llamado Tierra. En él, se encontrará con Natalie Portman (otra que parece incansable a la hora de interpretar un sin fin de papeles), quien tratará por todos los medios de comprenderle y ayudarle mientras que su reino propio está próximo a la guerra.

Técnicamente, la película no merece sino aplausos: los efectos especiales son de lujo y de todas las maneras, y el guión prácticamente perfecto sabe contar simultáneamente las historias de los distintos mundos, así como repartir las escenas de acción y explosiones a lo largo de la película equitativamente. Viendo el tipo de filmes nuevos de este tipo, parece que puede decepcionar como muchas, que sólo será una película más fantasiosa y llena únicamente de efectos especiales; pero las apariencias engañan.

Al final, uno se topa con una película que entretiene en todo momento, que engancha y que además logra sacarte cada dos por tres una sonora carcajada. Lo único que tal vez puede echársele en cara en las continuas vueltas de tuerca que puede dar el guión, alargarse hasta la momentánea pesadez que puede aparecer en algunas escenas, que te hace suspirar de vez en cuando; aunque todo esto queda empañado a los pocos minutos por las menudas genialidades.

Mención aparte merece una de las geniales figuras con las que cuenta el cine en la actualidad; incansable y fantástico: Anthony Hopkins. Tal vez, sin él en la trama estaríamos hablando de otro tipo de película algo distinta, pero su presencia en cualquier film lo convierte, como suele ser, en un gran film. Interpreta a Odin, padre del desmelenado Thor, rey sabio, y desborda por completo el papel. Podemos estar hablando de uno de los mejores actores que han existido en la historia del cine, ojalá que sigamos disfrutando durante mucho tiempo de él.

Puntuación: 7/10